Por lo demás, la ruta fenomenal, un poco rompepiernas al principio con algunos toboganes, al salir de Monroy pero luego bastante llanita y muy divertida. Día fantastico de BTT, nublado y fresquito a primera hora pero, como ibamos bien abrigados, tampoco lo notamos mucho.
La disfrutamos más porque nos acompañaron unos amigos de Talaván que quisieron unirse a nosotros y que, al ser grandes conocedores de la zona, nos desviaron en un par de ocasiones del track para evitar tramos feos o de carretera. Desde luego fueron muy acertados los cambios.
Cuando terminamos la ruta nos tomamos alguna caña en el casino de la plaza con estos amigos e intercambiamos experiencias y teléfonos. El mundo de la BTT es maravilloso: haces deporte y amigos, ¿qué más se puede pedir?.