Abril es un mes mágico en esta tierra, la primavera transforma formidablemente el paisaje y es un verdadero placer montar en bici por los caminos: agua, verde, flores, aromas y naturaleza en plena eclosión.
Qué bien lo pasamos en esta gran ruta de BTT entre Trujillo y Almaraz, siguiendo uno de los caminos de la trashumancia, caminos centenarios que seguían los pastores con los rebaños de ganado en busca de los pastos del norte.
El día estuvo frío pero despejado, con un persistente viento del norte que, a tramos, resultaba molesto. Pero nada se nos pone por delante cuando nos montamos en la bici.
Durilla la subida desde el Río Almonte hasta las antenas del Miravete, muchos kilómetros de subida y pocos de bajada en ese tramo que, además, cambiaba continuamente la pendiente de positiva a negativa, rompiéndonos el ritmo. Si observas el perfil te das cuenta que parece la hoja de una sierra, vaya, un rompepiernas. A pesar de todo, el paisaje extraordinario y la naturaleza nos hacían olvidar la dificultad y disfrutar de lo lindo. Un verdadero lujo. Ah, y las vistas desde el pico Miravete, en las antenas, una pasada. Os la recomiendo.
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En la preciosa plaza de Trujillo, al inicio de la ruta. |
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